Once masías y una cartuja

Once masías y una cartuja

5 de mayo de 2013. Saltándonos el horario oficial Garbici, a las 7:30 nos juntamos un primer grupo formado por Alberto, Lozano, Sanchez y un servidor. Respetando el horario oficial se juntan Felipe, Serrano y Mena. La meta de ambos grupos era llegar a Altura por diferentes caminos. El primer grupo recorriendo muchas de las masías situadas en la ladera norte de la Calderona y el segundo siguiendo el itinerario habitual de la vía Verde.
En el primer grupo salimos unos minutos después de la hora programa esperando Alberto, intentamos avisar a Mena pero al final decide no unirse a nosotros. Tomamos la antigua N234 dirección Segorbe y una vez pasa la Cruz de los Caídos nos desviamos hacia la zona de Arguines donde pasamos por la primera de las masías, la Masía de Argines completamente derruida y abandonada.
Una vez pasada la Font del Pi comenzamos la ascensión hacia la Masía del Coronel, la subida se hace llevadera si imponer un ritmo fuerte aunque el frío comienza a desaparecer. Llegando a la masía paramos para aligerar la ropa. La tercera masía es la Masía Nueva a la que llegamos por un camino rompepiernas que también nos dejaría en la cuarta, la Masía Ferrer. Allí paramos para hacernos una foto ya que la explanada estaba espectacular llena de amapolas.
Las siguientes masías que nos encontramos fueron la de Gabacho y la de la Hoya, aunque la primera a pesar de pasar cerca casi ni la vimos. Para llegar antes tuvimos que pasar el primer vado de agua donde acabamos con las zapatillas mojadas.
Pasada la Masía de la Hoya nos encontramos con la parte más dura, pero a su vez más espectacular de la ruta. Las recientes lluvias hicieron que el Barranco del Águila bajara con agua. Durante la ascensión hacia la Masía de la Mocha tuvimos que cruzar varias veces la corriente de agua aunque no fue demasiado problemático. Los kilómetros y el hambre empezaban a pesar. Yo conseguía a duras penas mantener el contacto con el grupo el cual encabezaba Alberto si excesivo sufrimiento.
Tras un pequeño descenso de nuevo subida por el barranco de la Mocha, en principio no parecía excesivamente dura la subida aunque la sorpresa llegó al final. Un rampón de 200 metros con pendiente superior al 18 % nos hizo a todos excepto a Alberto, poner el pie en el suelo.
La bajada hacia la Masía de la Rodana fue espectacular, menuda pendiente, como para hacerla en sentido contrario. Tras un pequeño tramo de carretera, evitable por un camino paralelo pero que no decidí tomar debido a la hora que era llegamos a la Masía de San Juan, y a poca distancia las ruinas de la Cartuja de la Vall de Crist.
A las 10:40 llegábamos a almorzar a Altura donde nos encontramos con el otro grupo que había terminado. Llevábamos 9 masía y las dos restantes las encontramos junto a la vía Verde que fue por donde regresamos a Estivella. La primera la Masía de Valero a pocos kilómetros de Altura y la segunda la Masía Villanueva habilitada desde hace años como discoteca y más conocida como “La Masía”.


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