Garbici en la XIX Marxa Fira d’Onda
2 de octubre de 2011. A las 7:00 y todavía con noche cerrada nos juntamos 8 miembros de Garbici para participar en el XIX Marcha Fira d’Onda. Es una de las participaciones más numerosas de nuestra peña en una marcha. Entre los asistentes nos encontrábamos Ximo Adsuara, Paco Albiach, Paco Arnau, Alberto, que fue el último en aparecer, Lozano, Felipe nuestro presi, Javi Mena y Serrano.
Llegamos a Onda y antes de descargar las bicis nos vamos a recoger el dorsal y el desayuno. Mirando la lista de inscritos para saber nuestro número nos damos cuenta que uno estaba señalado en rojo. Nada más y nada menos que Serrano. ¿El rojo significará peligro?. Además, teníamos entre nuestros miembros el supuesto vencedor de edición anterior ya que Ximo llevaba el dorsal número 1. Desayunamos y nos vamos a descargar las bicis, y de ahí al punto de salida.
El recorrido por el interior de Onda se hace neutralizado. 250 bikers por las calles de Onda impresionaba. Nos dirigimos hacia Penyes Altes. Serrano se va a buscar los de cabeza y nos abandona. Por detrás Javi, Lozano y yo, un poco más atrás el resto. Antes de comenzar la ascensión nos reagrupamos, pillamos a Serrano y Felipe y Paco también se nos unen. Felipe nos avisa que Alberto había partido la cadena, Ximo se había quedado con él, todo un detalle para ser el jefe de filas. Yo ya no volví a saber nada de ellos en toda la mañana.
Serrano vuelve a atacar en las primeras rampas de la ascensión, pero poco le duró la ventaja. Poco a poco la subida empezaba a hacer mella. Nos quedábamos en cabeza Lozano, Mena y yo de nuevo. Un poco más atrás coronaba Felipe y más tarde Albiach. Serrano en la cima ya había perdido bastante terreno el cual ya no le permitió volver a contactar y eso que ahora venía un terreno mucho más favorable para él.
En la bajada encontramos la primera senda, una senda corta que cruzaba un barranco en la cual Mena se estrenó con una voltereta. Parecía que se le había enganchado el gemelo por pudo continuar. Delante iba Lozano, yo iba justo detrás cuando cayó. En la posterior bajada por pista nos reagrupamos Lozano, Mena, Felipe, Paco y yo.
Continuamos juntos hasta el primer avituallamiento donde paramos tranquilamente a reponer fuerzas. A continuación venía una nueva subida, en un principio sobre asfalto y después por tierra. Esta subida nos dejó en las puertas de la senda Pepes. Es una senda preciosa, comenzaron delante Mena, Albiach y Lozano, yo por detrás de ellos y Felipe a mi rueda. Mena repitió voltereta, por segunda vez acabó por los suelos pero también sin consecuencias. Continuamos la marcha y un poco más abajo el que tuvo un amago de caída fui yo. No llegué a caer al suelo, pero me golpeé el muslo creo que con el manillar. Felipe aprovechó el momento para adelantarme y entre que me levanté y me puse de nuevo a rodar los perdí de vista. Esperaba encontrar algo de pista para recuperarles el terreno, pero una senda enlazaba con otra y no teníamos más de 100 metros seguidos por pista. Así que como no es mi terreno me tomé el resto de la marcha con calma. Las sendas no eran excesivamente complicadas a parte del paso por la pasarela, tanto la entrada como la salida. Allí en la pasarela encontramos a uno de los accidentados graves que se había dejado las narices contra el suelo. Por lo que pude saber después, Paco, Mena, Lozano y Felipe pararon para interesarse por su estado, momento en el que aprovecharon los tres primeros para dejar a Felipe que no se sabe muy bien si por despiste o por cansancio se quedó descolgado del resto. En ese punto yo estuve a punto de contactar con ello. No se por qué se pensaban que yo iba por delante. Me pareció oír sus voces llegando a la pasarela pero cuando llegué a dicho punto no los vi. Debían de haber partido un segundo antes de llegar yo.
Después más sendas y más sendas hasta llegar a Artesa donde teníamos el segundo avituallamiento líquido. Iba sin una gota de agua y me pareció llegar a un oasis. A partir de ese punto si que había un terreno bueno para poder recuperar, pero ya no me quedaban ni fuerzas ni ganas, así que me puse a la marcha para conseguir acabar. Todavía quedaban sendas, una ascendente y otra en descenso, y dos rampones impresionantes, sobre todo el del campo de naranjos donde todos los que llegamos a ese punto subimos andando. Poco antes de terminar la última senda empecé a notar calambres en los cuadriceps, menos mal que quedaba poco. Además la rueda trasera me hacia extraños, había perdido aire pero aguantaba. En casa desmonté la rueda y llevaba clavado un pincho de más de 1 centímetro de largo. Suerte que fue al final.
Cuando llegué allí estaban Mena, Paco, Lozano y Felipe, preguntando que me había pasado ya que pensaban que iba delante. Nadie se dio cuenta cuando medio caí en la senda. Mas tarde llegó Serrano y cerrando casi la marcha Ximo y Alberto. Al final rompió varias veces la cadena pero pudo terminar.
Llegamos a Onda y antes de descargar las bicis nos vamos a recoger el dorsal y el desayuno. Mirando la lista de inscritos para saber nuestro número nos damos cuenta que uno estaba señalado en rojo. Nada más y nada menos que Serrano. ¿El rojo significará peligro?. Además, teníamos entre nuestros miembros el supuesto vencedor de edición anterior ya que Ximo llevaba el dorsal número 1. Desayunamos y nos vamos a descargar las bicis, y de ahí al punto de salida.
El recorrido por el interior de Onda se hace neutralizado. 250 bikers por las calles de Onda impresionaba. Nos dirigimos hacia Penyes Altes. Serrano se va a buscar los de cabeza y nos abandona. Por detrás Javi, Lozano y yo, un poco más atrás el resto. Antes de comenzar la ascensión nos reagrupamos, pillamos a Serrano y Felipe y Paco también se nos unen. Felipe nos avisa que Alberto había partido la cadena, Ximo se había quedado con él, todo un detalle para ser el jefe de filas. Yo ya no volví a saber nada de ellos en toda la mañana.
Serrano vuelve a atacar en las primeras rampas de la ascensión, pero poco le duró la ventaja. Poco a poco la subida empezaba a hacer mella. Nos quedábamos en cabeza Lozano, Mena y yo de nuevo. Un poco más atrás coronaba Felipe y más tarde Albiach. Serrano en la cima ya había perdido bastante terreno el cual ya no le permitió volver a contactar y eso que ahora venía un terreno mucho más favorable para él.
En la bajada encontramos la primera senda, una senda corta que cruzaba un barranco en la cual Mena se estrenó con una voltereta. Parecía que se le había enganchado el gemelo por pudo continuar. Delante iba Lozano, yo iba justo detrás cuando cayó. En la posterior bajada por pista nos reagrupamos Lozano, Mena, Felipe, Paco y yo.
Continuamos juntos hasta el primer avituallamiento donde paramos tranquilamente a reponer fuerzas. A continuación venía una nueva subida, en un principio sobre asfalto y después por tierra. Esta subida nos dejó en las puertas de la senda Pepes. Es una senda preciosa, comenzaron delante Mena, Albiach y Lozano, yo por detrás de ellos y Felipe a mi rueda. Mena repitió voltereta, por segunda vez acabó por los suelos pero también sin consecuencias. Continuamos la marcha y un poco más abajo el que tuvo un amago de caída fui yo. No llegué a caer al suelo, pero me golpeé el muslo creo que con el manillar. Felipe aprovechó el momento para adelantarme y entre que me levanté y me puse de nuevo a rodar los perdí de vista. Esperaba encontrar algo de pista para recuperarles el terreno, pero una senda enlazaba con otra y no teníamos más de 100 metros seguidos por pista. Así que como no es mi terreno me tomé el resto de la marcha con calma. Las sendas no eran excesivamente complicadas a parte del paso por la pasarela, tanto la entrada como la salida. Allí en la pasarela encontramos a uno de los accidentados graves que se había dejado las narices contra el suelo. Por lo que pude saber después, Paco, Mena, Lozano y Felipe pararon para interesarse por su estado, momento en el que aprovecharon los tres primeros para dejar a Felipe que no se sabe muy bien si por despiste o por cansancio se quedó descolgado del resto. En ese punto yo estuve a punto de contactar con ello. No se por qué se pensaban que yo iba por delante. Me pareció oír sus voces llegando a la pasarela pero cuando llegué a dicho punto no los vi. Debían de haber partido un segundo antes de llegar yo.
Después más sendas y más sendas hasta llegar a Artesa donde teníamos el segundo avituallamiento líquido. Iba sin una gota de agua y me pareció llegar a un oasis. A partir de ese punto si que había un terreno bueno para poder recuperar, pero ya no me quedaban ni fuerzas ni ganas, así que me puse a la marcha para conseguir acabar. Todavía quedaban sendas, una ascendente y otra en descenso, y dos rampones impresionantes, sobre todo el del campo de naranjos donde todos los que llegamos a ese punto subimos andando. Poco antes de terminar la última senda empecé a notar calambres en los cuadriceps, menos mal que quedaba poco. Además la rueda trasera me hacia extraños, había perdido aire pero aguantaba. En casa desmonté la rueda y llevaba clavado un pincho de más de 1 centímetro de largo. Suerte que fue al final.
Cuando llegué allí estaban Mena, Paco, Lozano y Felipe, preguntando que me había pasado ya que pensaban que iba delante. Nadie se dio cuenta cuando medio caí en la senda. Mas tarde llegó Serrano y cerrando casi la marcha Ximo y Alberto. Al final rompió varias veces la cadena pero pudo terminar.
CLASIFICACIÓN
Para ver nuestra clasificación pincha aquí y búscanos por el final.