Subida al Peñarroya

Subida al Peñarroya

31 de agosto de 2012. Alberto, Sanchez y yo nos juntamos a las 6:00 para dirigirnos en coche hacia Mora de Rubielos y acometer un nuevo reto, la ascensión al Peñarroya, techo de la provincia de Teruel con sus 2028 m de altitud.
Esta vez amanece más tarde, el verano está llegando a su fin y a las 7:30, con la luz justa y el sol por salir comenzamos a pedalear. En el trayecto en coche hemos ido viendo como poco a poco, a medida que nos acercábamos a nuestro punto de salida, la temperatura exterior iba disminuyendo hasta alcanzar los 9.5 ºC en el momento de la salida. Ello nos hizo decidirnos por ponernos el maillot de invierno sobre el traje de verano. Buena decisión ya que en ningún momento nos molestó.
Salimos por la antigua carretera del puerto de San Rafael. Empezamos subiendo, aunque debido a las bajas temperaturas era preferible. Antes de enlazar con el nuevo trazado de la carretera nos desviamos a la derecha donde por un camino bastante roto seguimos ascendiendo paralelo a la carretera. Las fuerzas todavía estaban intactas y no se hizo demasiado pesado el tramo. Llegamos al punto donde debíamos cruzar la carretera pero la entrada al camino que queríamos tomar estaba cortada por lo que tomamos unos metros la carretera en sentido ascendente y tomamos otro camino paralelo al anterior. En este caso ya se trataba de una pista en buen estado y con pendiente bastante llevadera. La subida era constante, solo suavizada por una pequeña bajada después de pasar bajo La Atalaya. Finalmente coronamos el Collado del Pradillo. Hasta el momento la continua subida estaba enmascarando el intenso frío. Ahora tocaba bajar.
La bajada la hicimos por el camino del Cubico pasando por la Masía de Cerro hasta llegar a la Urbanización Virgen de la Vega. La bajada por una pista buena fue rápida lo que hizo que cada vez la sensación de frío era mayor. En la Virgen de la Vega el frío comenzaba a ser insoportable así que decidimos improvisar una parada en un bar para tomar un café con leche caliente y poder recuperar temperatura. En el bar nos comentaron que hacía un momento estábamos a 6ºC.
Después del pequeño parón comenzamos la terrorífica subida hacia el Peñarroya. Casi 10 km de subida en la que venceremos un desnivel de 600 m. Al principio comienza suave, pero poco a poco van apareciendo las rampas. El tramo central es durísimo, y en el podemos encontrar un kilómetro completo al 14 % de media y una pendiente máxima superior al 18 %. En ese tramo sufrimos de lo lindo. Alberto abría el camino y por detrás Sanchez y yo. En la zona más dura yo decidí bajar de plato, Sanchez continuó con el del medio y creo que lo pagó ya que cuando comenzó a suavizarse la subida conseguí adelantarlo, contactar con Alberto y él a duras penas podía seguir nuestra estela. Por fin coronamos. La ventisca hacía disminuir todavía mas la sensación térmica la cual una vez terminada la ascensión se notaba de lo lindo. La bajada fue trepidante por un camino en bastante peor estado que por el que ascendimos pero a pesar de ello te permitía alcanzar buenas velocidades. Los dedos comenzaban a amoratarse y los pies los dejamos de notar. Eran casi las 11 de la mañana y el calorcillo del sol no hacía acto de presencia.
Después de un corto tramo de carretera y una pequeña ascensión llegamos a un camino precioso por el interior de un bosque de pinos. Sanchez iba tocado e incluso en zonas como estas bastante llanas iba haciendo la goma.
Nos dirigimos hacia Alcalá de la Selva y para llegar al pueblo lo hicimos a través de una senda espectacular. Sin pasos demasiado complicados se podría hacer prácticamente completa disfrutando de las zonas técnicas.
Después de Alcalá de la Selva una nueva ascensión, como siempre Alberto por delante y Sanchez y yo por detrás. No se si es que Sanchez se recuperó o a mi se me hizo larga pero esta vez ascendimos prácticamente juntos. Tras un pequeño tramo de carretera que nos dejó en lo alto del puerto de San Rafael accedimos a la segunda senda de la mañana que no haría pasar junto a Fuennarices y la cascada de la Hiedra (completamente seca). Esta senda tenía tramos mucho más técnicos y Alberto acabó 2 veces por los suelos, una de ellas sentado sobre una aliaga.
Ya solo nos quedaban unos kilómetros de pista en bajada para terminar la ruta. A pesar de ello Sanchez de nuevo se volvía a quedar rezagado por lo que nos tocaba frenar para no perderlo de vista. Por fin llegamos, después de casi 60 km y 5 horas de pedaleo. Con sus 143 de IBP supone para mi la ruta más dura (hasta el momento) del año 2012.


One Reply to “Subida al Peñarroya”

  1. Ye estic en Sánchez, no esteu be, mala pallisa que es cascareu, sobre tot el no poder parar en algún baret de la zona,molt es hores dalt de la bici,continueu aixina cracks!!!!

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