Garbici en la XII Matahombres

Garbici en la XII Matahombres

8 de septiembre de 2013. Por fin llegó el día y 4 miembros de Garbici nos disponemos a participar en la XII Matahombres. Una marcha especial no solo por el nombre con un recorrido duro y largo en comparación con las tradicionales marchas BTT y que transcurre por unos parajes espectaculares. Alberto, Sanchez, Lozano y Paco fuimos los atrevidos y junto con Vicent de BTT Vinalesa a las 6:30 ya estábamos cargando las bicis para dirigirnos hacia Camarena de la Sierra, punto de salida de la Marcha.
A la llegada a Camarena nos encontramos con una temperatura de 12 grados que nos hizo dudar si salir de corto o de largo. Al final todos de corto en el culotte pero las mangas tapadas ya que cuando cogías velocidad el fresco se notaba.
A las 9:00 se daba la salida, nos colocamos al final del pelotón, para tres de nosotros era nuestra primera participación así que el principal objetivo era terminar y conocerla. Se dio la salida a ritmo de AC/DC y más de 500 bikers comenzaron a pedalear. Quedaban 76 kilómetros por recorrer y mas de 2000 metros por ascender.
Nada más salir nos encontramos con la primera subida de la mañana. No se trata de una subida muy dura, pero ya te hace apretar un poco los dientes y olvidarte del frío, además, este año han alargado un poco más el tramo de asfalto. Esta primera subida la realizamos bastante agrupados aunque viendo los valores que marcaba el pulsómetro ya me doy cuenta de que no voy a poder apretar mucho a lo largo de la marcha. Tras coronar nos dirigimos hacia el primer paso por Matahombres donde comienza una bajada interminable hacia Riodeva solamente rota por un pequeño tramo de falso llano pasando Amanaderos.
En la bajada me pongo yo delante, intuyo que el resto los llevo a rueda pero a las velocidades que bajamos es complicado girarse hacia atrás si no quieres dar con los huesos en el suelo. Después del falso llano toma la delantera Alberto y seguimos bajando. Más de 10 km de bajada toda ella por pista en bastante buenas condiciones.
En Riodeva (km 20) nos encontramos con el primer avituallamiento. Reponemos líquido en una breve parada y continuamos. Tras el paso por el pueblo de nuevo nos encontramos con subida. Lo que antes habíamos bajado ahora tocaba subirlo, así que 10 km de interminable subida en la que comencé a hacer la goma en las rampas más duras para enlazar en las zonas más suaves.
Antes de terminar la subida pasamos por el segundo avituallamiento (km 30), en este caso con comida. Aparcamos las bicis y a alimentarse. Teníamos de todo, tortas dulces, saladas, platanos, agua, acuarius … Después de más de 10 minutos parados, decidimos que deberíamos emprender la marcha si queríamos llegar a meta a una hora razonable.
Todavía quedaba un pequeño tramo de subida, una bajada hacia la carretera, otra subida corta por asfalto y una bajada terrorífica y muy peligrosa para terminar el primer lazo. En esta última zona hay que dar la gracias a los espectadores y voluntarios que te iban aconsejando por donde era la mejor trazada ya que un pequeño desliz y salías por encima del manillar.
Al pasar por Camarena vimos como la ambulancia estaba cargando un biker con goteros. Parece ser que la bajada peligrosa anterior le había jugado una mala pasada. Esperemos que solo haya sido un susto y en pocos días esté de nuevo dando guerra.
Comenzamos el segundo bucle, antes de comenzar la ascensión hacia Matahombres encontramos el tercer avituallamiento (km 41). Mientras reponíamos líquido tanto en cuerpo como en los botellines paso por allí Xavier Borras. Ya había terminado el segundo bucle y le quedaban solo un par de kilómetros para proclamarse vencedor de la XII Matahombres con un tiempo de 02:56:51.
Nosotros a lo nuestro, a continuar subiendo. Gran parte de la siguiente ascensión circulaba por el mismo lugar que la primera que habíamos hecho. De nuevo nos dirigíamos a la fuente de Matahombres, pero esta vez el final de la subida se hacía por un lugar diferente. Una senda en subida con algún punto complicado en el que se debía hacer algo de Mountain Peu pero en general bastante asequible. Yo como en la subida anterior haciendo la goma y descolgándome del resto de compañeros que me tuvieron que esperar a la salida de la senda.
Pasamos la fuente de Matahombres y comenzamos con las subidas serias. En la primera de ellas Alberto pincha por lo que nos toca parar un cuarto de hora para reparar la rueda. Con la rueda arreglada continuamos subiendo hacia el Collado del Buey con tramos por pista y algunos incluso por senda. Llegamos la cima del Collado del Buey (km 50) y nos encontramos con el cuarto avituallamiento, este de nuevo con abundante comida a pesar de que ya no quedaban mucho bikers por pasar. De nuevo se me había atragantado la subida y me había quedado descolgado vigilando los valores de pulsaciones así que decido tomarme un botecíto de un concentrado energético que lo llevaba para cualquier emergencia y parece que funcionó.
Nos quedaba únicamente la subida final a Javalambre, pero esta vez a pesar de que Sanchez y Alberto se van por delante consigo mantener el ritmo de Lozano y en algunos momentos incluso puedo pasar a hacerle el relevo. También es verdad que el pobre tenía la garganta hecha polvo del constipado que acababa de pasar.
A mitad de subida otro contratiempo. Pincho la rueda delantera y por tanto nos toca parar a reparar. Otros 10 minutos perdidos. Lozano se espera conmigo pero a Alberto y Sanchez nos es imposible avisar. Seguimos subiendo hasta que en el quinto y ultimo avituallamiento nos reagrupamos todos de nuevo. Nos quedaba una pequeña subida para coronar Javalambre y superar los 2000 metros de altitud y el resto era bajada. Ya estaba hecho.
En la cima me paré para ponerme el maiollot largo que me había quitado durante la subida y avisar a la gente que nos esperaba en meta de nuestra situación. Mientras el resto siguió hacia abajo. Entre ponerme el maillot y el lío que me armé con el neumático pinchado que había quitado perdí un tiempo importante que hizo que me sacaran una ventaja importante. Me tiré a tren a ver si los pillaba pero la baza que tenía que era pillar a Sanchez por su miedo a las bajadas se me había esfumado. Había montado neumáticos nuevos y esta vez cara abajo iba que se las pelaba.
Las nubes eran amenazantes. No tardaría mucho en llover. Al final los alcancé a la entrada de la senda donde Alberto y Lozano aprovecharon para ponerse el chubasquero. Las previsiones meteorológicas no se cumplían y comenzaba a llover. Comenzó la senda Sanchez por delante seguido de Alberto, yo y Lozano. La senda es espectacular, pero las piedras y las raíces estaban mojadas lo que le daba su punto de peligrosidad. A pesar de ello me costaba seguirlos en la senda porque se me iba mucho de delante la bici. Me extraño que fuera únicamente por el agua así que pare a revisar la bici y me di cuenta que la rueda delantera de nuevo la llevaba muy deshinchada. Grité para que Sanchez y Alberto se dieran cuenta pero fue inútil, siguieron bajando. Llevaba a Lozano detrás y se quedó conmigo durante el resto de ruta.
El el cruce de la senda con la carretera paré para hinchar, parece que el pinchazo no era muy importante y el neumático aguantaba con algo de aire. Así que le metí presión y continué sin hacer el cambio.
La senda continuaba, es larguísima. Poco a poco nos acercábamos al final. Al finalizar la senda, un tramo muy corto de asfalto nos enlazaba con la senda fluvial. Al comienzo de esta senda, un biker que se había quedado tirado con un pinchazo en la rueda trasera me pidió si le podría dejar la bomba de válvula gorda que llevaba. Otros 5 minutos parado.
La senda fluvial también es espectacular, mucho más llana que la anterior pero con unas escaleras de madera que le daban su toque de riesgo. En ese momento recordé un consejo que dieron en el ForoMTB, «las escaleras del final son como los Gremlins, solamente son peligrosas si se moja» y efectivamente estaban mojadas tras la lluvia así que decidí no arriesgar.
A la entrada del pueblo estaban Sanchez y Alberto esperando sin saber que había pasado. Nos reagrupamos y entramos juntos a meta después del repecho de entrada al pueblo. Allí estaba esperando nuestra afición gritando y animando a pesar de que ya quedaba poca gente por llegar. Con esta afición dan ganas de repetir. Gracias sobre todo a mis compañeros de ruta ya podemos decir que hemos participado y completado nuestra primera Matahombres. Al próximo año esperemos tener un poco de mejor forma física y sobre todo tenener menos imprevistos (pinchazos, lluvia …etc)


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