Estivella, Soneja y unas pocas sendas

19 de enero de 2014. Comenzamos el año casi todos medio tocados. A las 8:00 me acerco al punto habitual de quedada donde al momento aparece Albiach. Mientas esperábamos a mas gente recibimos dos mensajes de Mena y Alberto para que no contáramos con ellos así que nos quedamos solos los dos Pacos. Como tampoco íbamos muy sobrados decidimos hacer un recorrido suave hasta Soneja.
Salimos de Estivella dirección a El Pla. De allí por la vía de servicio de la A23 llegamos al comienzo de la vía Verde en Algimia. La primera idea fue ir a Soneja por la zona de Árguines, pero llegados a este punto decidimos hacer alguna sendita por lo que tomamos la Via Verde dirección a la presa de Algar. Cruzamos la presa y subimos por el Barranco de Azuebar para llegar a la primera senda de la mañana. La senda del Polvorín, una senda que se hace en la marcha de Sot en sentido ascendente pero de bajada es muchísimo más divertida. No tiene puntos complicados y aunque hay tramos de piedras se puede bajar rápido. Eso si, mejor unos guantes con grip, los que llevaba para el frío no me permitían florituras.
Tras unos poco metros de pista llegamos a la senda Tatay también incluida en el último trazado de la marcha de Sot y que nos deja justo en el pueblo. Esta senda tiene algunos puntos un poco más complicados, pero con un pelín de técnica se puede bajar completa sin poner pie en el suelo. Hay que tener especial cuidado en el último tramo ya que la piedra suelta te puede dar algún disgusto.
Cruzamos Sot de Ferrer y nos dirigimos hacia Soneja donde hicimos otra pequeña senda. Tampoco demasiado complicada aunque no hay que despistarse porque hay algo de piedra y si no llevas la velocidad adecuada se te puede clavar la bici de delante. Por último, antes de llegar a Soneja hicimos una senda completamente llana junto al cauce de río Palancia.
Tras el almuerzo en Soneja regresamos a casa por la zona de Árguines, donde pasamos muchos tramos de pista también incluido en el recorrido de la marcha de Sot. Este tramo fue bastante pistero pero muy rompepiernas. Continuas subidas y bajadas que iban haciendo mella. Todavía recuperándome de la gripe había tramos que me costaba seguir a Albiach.
Una última senda, corta y sin demasiada complicación nos dejó en Algimia desde donde tomamos la antigua N234 para regresar a casa.