Estivella, Azuebar, Sot; ruta completa.

16 de marzo de 2013. Llegan las fallas y por fin tenemos tiempo para hacer una ruta algo más larga. Quedo con Sanchez a las 8:00 y decidimos ir de nuevo a Azuebar a recoger la cámara olvidada. A pesar de tener el mismo punto intermedio, la ruta no tuvo nada que ver.
Esta vez salimos por el río dirección Albalat dels Tarongers pero sin llegar a entrar al pueblo nos dirigimos hacia la zona del Povitjol. Primera subida de la mañana, subida corta y además la zona de más pendiente está hormigonada con lo que la hace más llevadera. De allí bajamos hacia el camí de Carcel para conectar con el recorrido tradicional de Azuebar. Poco duró, nada más pasar el pozo de Huguet nos desviamos hacia la derecha para ascender el Clot de Fita. El principio no es muy empinado pero el camino tan pedregoso se hace un poco incómodo. Después la cosa se empina un poco más lo cual combinado con la grava hace que tengas que apretar algo los dientes para subir. Conectamos al camino de Escales por el sacacorchos y de ahí a subir la Dehesa. Fue la subida más larga de la mañana, más de 4 km pero sin rampas excesivamente exigentes. A pesar de ello Sanchez empezó a apretar lo que me obligó a ponerme al límite.
Arriba en la cima paramos a pegar un trago y además ayudamos a otro biker a centrar la pinza del freno que le rozaba. Bajada rápida y de nuevo hacia arriba para subir a la peña Agujerá. Después de esta subida llegamos a Azuebar por senda. Eran las 10:20 y ya estábamos almorzando con 30 km en las piernas.
Después de un buen almuerzo como siempre en el Hostal Espadán y de recoger la cámara cogimos de nuevo las bici y otra vez a subir. En vez de salir como casi siempre por el el barranco de Azubar volvimos a ascender de nuevo hacia la peña Agujerá para poder hacer un combinado de sendas y trialeras primero con la senda del Jallar y el barranco de Azuebar, después con la senda del polvorín y para terminar con la senda Tatay que nos dejaría en Sot de Ferrer. En este punto Sanchez ya comenzaba a flojear yo por el contrario, cosa extraña todavía me encontraba bastante bien.
Habíamos hecho subidas, habíamos hecho sendas y trialeras y solo nos faltaba para que fuera una ruta completa y variada llanear así que vía Verde y a casa. Sanchez notaba el tiempo de inactividad en bici y los kilómetros que llevábamos entre las piernas por lo que me tocó ir esperándolo tanto en subida como en bajada.