De Estivella a la Vall d’Uixo por la Font del Garrut
3 de noviembre de 2013. Después de casi dos mese sin tocar la bicicleta por mi parte retomo las tradicionales rutas domingueras juntándome a las 8:00 con Albiach, Alberto, Lozano y Sanchez. En el mismo punto también había quedado Sonia, Serrano y Felipe para hacer una ruta fácil a Soneja. El resto decidimos ir hasta la Vall d’Uixo por un recorrido que en principio pensabamos que sería sencillo pero al final tuvo su punto, sobretodo después de la larga inactividad.
Salimos juntos hacia el Barranquet para buscar la carretera de Los Valles y desde ahí buscar el Pozo de Huguet donde tomamos el Barranco de la Catalana. Bajamos juntos y sin apretar mucho. De ahí seguimos por el camí de Fontanelles en subida que la mayoría de nosotros nunca había hecho en ese sentido. Después de un tramo por la vía de servicio paralela a la carretera de la Vall la cruzamos para comenzar el tramo más duro de la mañana, una zona de continuas subidas y bajada donde destaca la subida al coll del Asestador donde Sanchez y Alberto demostraron de nuevo que cara arriba van sobrados. Los tres restantes hacíamos cada uno lo que podía.
Después de pasar por la cantera nos dirigimos hacia la Font del Garrut para hacer el tramo de senda de la parte baja. Al comienzo de la senda hay un tramo des subida exigente, tomo carrerilla y bajo de plato con tal mala suerte que se me sale la cadena sin darme cuenta. Cuando intento pedalear veo que no responde pero ya no tuve tiempo de sacar la cala.
Después de ese pequeño incidente y ver como Lozano aguantaba la respiración para subir todo el tramo sin poner pie al suelo recorrimos el resto de senda sin incidentes reseñables. Nos faltaba todavía un pequeño rampón antes de llegar a la Vall d’Uixo que superamos conforme pudimos.
Después de un buen almuerzo en el bar de Fenollosa tomamos el camino de regreso pasando por Quart de les Valls y subiendo por el Codoval. Subimos agrupados per a mi en concreto la subida se me hizo más larga que otras veces. La bajada la hicimos por los merenderos de Povijol y de ahí a casa dando un rodeo tras Albiach que parecía que no tenía ganas de llegar a casa. Poco antes de llegar aun tuvo Alberto la mala suerte de pinchar.